Estiman que el tratamiento en Minnesota durará seis meses.

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Anoche, Agustín viajó a los EE.UU. para el trasplante – Siguen juntando dinero para la operación de su hermano Joaquín. Agustín camina lento. Su papá Javier le acaricia la espalda. Cecilia, su mamá, lo mira sonriente: se cumplió parte del milagro, la familia Bustos Fierro juntó 1.197.000 dólares y ayer viajaron a Estados Unidos donde le realizarán el trasplante de médula a Agustín, el chico de 14 años que sufre adrenoleucoleucodistrofia, una enfermedad degenerativa.

«Estoy cansado. Ayer me costó dormir por la ansiedad. Todo va a salir bien. Mis amigos me despidieron a los gritos: ´Dale Agus, fuerza´, decían», cuenta a Clarín Agustín en el aeropuerto de Ezeiza minutos antes abordar el vuelo a Minneapolis.

El jueves a la noche la familia llegó a Buenos Aires. Cenaron todos juntos: Agustín, Cecilia, Javier y los tres hermanos de Agustín: Joaquín, Sofía y Matías. Se acostaron temprano porque estaban muy cansados del viaje. Antes de irse de Córdoba los amigos de Agustín fueron a despedirlo: «Todos lo abrazaban y le decían que vuelva pronto. Se cumplió parte del milagro. Ahora falta terminar de juntar el dinero para la operación de Joaquín. Sólo puedo decir gracias a todos. Es impresionante la unión del país», dice a Clarín Javier.

En Estados Unidos los Bustos Fierro se alojará en casas de familias que se enteraron por la prensa del caso de Agustín también en la fundación Ronald McDonald. Según Javier estiman que regresarán al país en seis meses. «Estará tres meses internado y luego tres más por control. Es una terapia muy invasiva y dolorosa», cuenta.

Matías, el más pequeño de la familia, lleva en sus manos una bolsa llena de golosinas y otra con juguetes. «Las golosinas son para compartir», le dice una chica al nene que dice sí con la cabeza.

«En los Estados Unidos, tenemos requerimientos legales para cumplir antes de que podamos difundir información sobre los pacientes al público. La información médica sobre niños está particularmente protegida. En este momento, no tenemos nada para confirmar», contestó Jennifer Amundson, vocera de la Universidad de Minnesota, cuando Clarín le preguntó si el doctor Paul Orchard atenderá a Agustín Bustos Fierro la próxima semana.

El 30 de abril, Javier protagonizó un escándalo en una whiskería de Córdoba. Luego de eso se abrió una investigación por los fondos de la fundación Un Milagro para Agustín. El fiscal de Villa Carlos Paz, Gustavo Marchetti, anticipó que la semana próxima citará en su despacho a la bailarina Johana Zulé. «Quiero que ratifique o rectifique los dichos que le hizo a la prensa», explicó Marchetti que, de oficio, libró una investigación por los gastos que habría realizado Bustos Fierro la madrugada del sábado 30 de abril y en oportunidades anteriores ya que –según lo declarado por la bailarina–, «con Javier nos vimos varias veces». Además el fiscal Pedro Caballero –que investiga a Javier Bustos Fierro por «estafa»–, aseguró: «El lunes decidiré si la denuncia presentada por Adrián Ellemberger tiene o no sustento».

Según una auditoría realizada a la fundación, el 13 de abril los Bustos Fierro depositaron 900 mil dólares en el hospital de la Universidad de Minnesota. «Agradezco a todo el país por las donaciones. Ahora falta terminar de juntar el dinero para mis hermanitos que padecen la misma enfermedad. Estoy tranquilo», dice Agustín.

El domingo antes de Pascuas Agustín y su familia fueron a la iglesia del padre Adrian Santarelli, en Vicente López. El cura apoyó sus manos en la cabeza del chico. Enseguida Agustín quedó tendido en el piso. Cuando despertó, cuenta su papá, su cara estaba en paz.

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