El Real Madrid se llevó la Copa y le dio un golpe fuerte al Barça de Messi – Los catalanes, que habían jugado mejor el segundo tiempo, buscarán la revancha en la semi de la Champions la semana próxima. Real Madrid tuvo su primera gran alegría en el póker de clásicos españoles. Después de igualar por la Liga, dejando atrás sus chances de ser campeón, sorprendió al Barcelona en Mestalla y se adjudicó la Copa del Rey al ganar 1-0 con un gol de Cristiano Ronaldo en el alargue. El equipo de Messi tendrá revancha cuando se enfrenten nuevamente en las semifinales de la Liga de Campeones.
El partido se calentó muy rápido en Mestalla. Pasaron pocos segundos hasta que comenzaron los roces y las protestas en el campo de juego. Y en medio de esa pelea, el más perjudicado fue el fútbol.
Con la pelea de fondo, el más beneficiado fue el Real Madrid, aunque no logró sacar provecho de tanta pelea. El de Mourinho fue un equipo que salió a la cancha como se había ido en el empate 1-1 por la Liga: presionando al Barcelona en campo rival, generando infracciones con su juego y ensuciando el juego. Pero también apurado, vertiginoso y no menos peligroso. De hecho, las más claras fueron del equipo de Mou en ese comienzo.
Cristiano Ronaldo lo tuvo una vez dentro del área y Javier Mascherano, jugando como defensor junto a Piqué, salvó casi en la línea. Un rato después, el portugués volvió a entrar al área y remató, con poca fuerza, y Pinto controló sin problemas. Pero la más clara fue del también lusitano Pepe, tras una espaldinha de Ronaldo, un centro de Özil y un cabezazo del defensor que reventó el palo derecho.
Del Barcelona, muy poco, con un Villa muy nervioso y un equipo bien controlado por el rival. Las mínimas aproximaciones del equipo de Pep llegaron por la derecha y por Messi, pero nunca con el peligro para inquietar a Iker Casillas.
Pero la historia se revirtió en el segundo tiempo. El juego se limpió en medio de la suciedad de la primera etapa y allí fue Barcelona el que se hizo rey del juego. Una imagen muy distinta a la de los 45 minutos iniciales. De hecho, la primera llegada del equipo de Messi fue a los 5 minutos del segundo tiempo por un remate de Pedro desde la izquierda, casi sin ángulo.
A partir de allí se vio al Barcelona autentico, el que presiona, toca y no deja jugar al rival. Pero por sobre todas las cosas, juega hasta el hartazgo, como dijo que iba a hacer Guardiola en este partido.
Aparecieron todos, menos Messi. Iniesta se hizo gigante y Xavi lo acompañó. Lo tuvo Pedro, pero Casillas controló sin problemas. Después fue el turno de Iniesta, pero el resultado no se movió. La única clara de La Pulga terminó dentro del arco tras un pase a Pedro, pero el asistente levantó la bandera y el árbitro anuló la jugada por un offside muy fino.
Sobre el final, el Madrid reaccionó y con esporádicos intentos se acercó al arco de Pinto. Di María lo tuvo con un remate desde la puerta del área y el arquero sacó al corner con su mano izquierda, cuando la pelota se colaba en el ángulo. Así se fue el tiempo reglamentario, directo al alargue.
La interrupción previa al inicio del alargue terminó con el ritmo que había mostrado el Barcelona en el segundo tiempo. Y con paciencia, cuando los dos buscaban aire, llegó el momento cumbre del partido. Di María hizo una pared con Marcelo y tras la devolución pasó a Dani Alves para tirar un centro que Cristiano Ronaldo mandó adentro del arco con un cabezazo.
Golpe del Real Madrid en Valencia, demostrándole al Barcelona que no es invencible y que las finales son partidos especiales. Es cierto, Mourinho supo como jugar en el primer tiempo, pero sufrió y mucho en el segundo. La presión le hizo efecto, pero especialmente el bloque defensivo que implementó en ese complemento. Pero no hay que olvidarse del gol y de sus ases en el ataque. Di María tuvo un partido sensacional, aunque se fue expulsado en el cierre, y a Cristiano no le quedó chico el clásico.
En siete días habrá otro clásico y el Barcelona se podrá tomar algo de revancha. Mientras, Mourinho y Madrid podrán festejar una conquista muy necesaria para ir por el plato principal: la Liga de Campeones.