En paz – Fueron inhumados el domingo en el cementerio municipal de la capital provincial.
Rubén Pron para El Trébol Digital Los restos de Carlos Alberto Bosso y su esposa María Isabel Salinas, los dos últimos identificados entre los secuestrados desaparecidos cuyos cadáveres fueron hallados en una fosa común en el campo militar San Pedro, perteneciente al Ejército, en las proximidades de la ciudad de Recreo, recibieron sepultura ayer en el Panteón de la Memoria del cementerio municipal de la capital de la provincia.
De la ceremonia participaron la hija de Bosso y Salinas, también secuestrada con ellos cuando tenía meses de edad y entregada luego a sus abuelos; familiares de ambos desaparecidos, representantes de organismos de derechos humanos, integrantes del Equipo de Antropología Forense que se ocupan de la identificación de los restos encontrados y amigos de los militantes asesinados durante la última dictadura cívico-militar.
El matrimonio Bosso-Salinas fue secuestrado junto a su pequeña hijita en Rosario en septiembre de 1977 y, según pudo reconstruirse, fue trasladado a la Quinta de Funes y asesinado –se cree– junto a otros militantes de la organización Montoneros en la localidad de Monje.
En el acto hablaron varios oradores que recordaron la trayectoria de ambos militantes y Mariana Bosso, la hija restituida, cerró la lista agradeciendo el acompañamiento de los presentes.
Finalmente pidió: «Que cada uno, desde el lugar que ocupa, haga lo necesario para que se cumplan los sueños de nuestros padres en procura de un mundo mejor para todos».
Fotos, cobertura y fuente: Rubén Pron para El Trébol Digital