Opinión – Por Mario Oscar Gomez. DNI 10.815.897 Hace una semana fui víctima de un robo. Alguien me llevó la moto desde la puerta de mi casa, con el agravante que este vehículo es una herramienta indispensable para mi trabajo. Con el transcurso de los días me cuestiono ¿De qué me sirvió haberla comprado «por derecha» y pagado con puntualidad toda y cada una de las cuotas? ¿De qué me sirvió pagar la transferencia a mi nombre? ¿De qué me sirvió tener paga todas las patentes, incluido todo el 2011? ¿De qué me sirve tener al día mi situación impositiva? Nadie sabe el nombre del ladrón pero, todos sabemos del estrato social del que emergen diariamente estos rateros que gozan de salud, educación, prebendas, subsidios, beneficios y cuanto dinero haya dando vueltas.
Los gobiernos populistas, como este que padecemos, premian sin pudor y se jactan de ello, a todos aquellos que nada aportan. Y castiga sin piedad a quienes mediante el trabajo cotidiano se esfuerzan por progresar, igualando así hacia abajo en una espiral descendente que parece no tener fin. De nada deben preocuparse. El Estado –o sea nosotros- lo hacemos por ellos, alimentando así una pseudo casta de los que viven del esfuerzo ajeno, sin códigos y sin esperanzas en un país potencialmente poderoso donde ser pobre es solo una cuestión de actitud y no de recursos. No fue tan difícil comprar una moto nueva. Afortunadamente al parecer mi palabra aún vale, lo que seguramente no será tan fácil será pagarla y asumir la impotencia de que alguien se ríe -por la espalda- de mis esfuerzos.
Recibo, agradezco y retribuyo a diario incontables muestras de desazón y solidaridad por mi situación, de la que sin duda alguna saldré adelante. Por otra parte, la policía no puede tener un efectivo en cada casa y, ante el hecho consumado, no resulta tan fácil localizar un vehículo muy fácil de ocultar o desguazar. Quien se haya llevado la moto lo contará como un éxito pero será tan efímero como los dos mangos que recibirá por ella, mientras yo seguiré transitando la vida lento pero seguro. A la hora de elegir gobernantes espero que, al igual que yo, la gente use la memoria y castigue a quienes no merecen tener en sus manos los destinos del pueblo que allí los encaramó. Lamentablemente en la Argentina no son los que leen los diarios quienes eligen los gobiernos sino los que le dan un uso algo más sanitario… Así nos va..
Mario Oscar Gomez. DNI 10.815.897