Al Gera de todos … – Por Francisco Diaz de Azevedo Dejame decirte adiós de la mejor manera en que puedo hacerlo, escribiendo. Dejame decirte Gera que me acabas de sentar de un golpe en el domingo caliente de este febrero, en el día de tu cumple Nº 45.
Dejame decirte que una catarata de imágenes ametralla mi mente y no puedo creer que te fuiste sin decir adiós.
Dejame decirte que Dios es sabio y que si eso quiso es por algo. Pero no te voy a perdonar que no me hayas regalado unos años más de tu vida. Justo ahora que necesito tanto a los amigos, y que vos eras de esos que no viéndote nunca siempre estabas.
Fue en diciembre, en la YPF de Cegna, que nos encontramos, me diste un abrazo y me dijiste «lo que necesites». Sos tan especial que esas tres palabras en vos eran un TODO para mí. Yo sabía que me buscabas para hablarme, pero sabia que en el momento que yo más lo necesitara ahí ibas a estar. Así eras vos.
Y las imágenes me traspasan el corazón. Si hace 10 días comimos ese asadazo del «Perro» y la pasamos fenomenal. Ese día te equivocaste: Asaste vos! Y la Cande que te cargaba y te decía que largues el pucho. Programamos las pizzas a la parrilla y te fuiste de vacaciones.
Los momentos me invaden Gera. Esas vacaciones del 2007 en Monte Hermoso. Esas carpas en el paraíso que juntos recorrimos. Los habanos en la playa y los partidos de Burako!!
Tantas cosas, tantos momentos. La mesa de amigos era tu mejor lugar. Llegabas a casa con el Tía María y aun conservo la botella de JB intacta. El licor feo lo regale a un amigo, y te lo confesé!
Eran los momentos mágicos que vivíamos!!! Vos sabes que en esta vida no hay otra cosa.
Eras así, generoso, humilde, amigo… me cuesta tanto hablar en pasado Gera!!! Lo que vivimos en la fiesta de German! Lo que nos reíamos del pollo sin sal de Carlitos! Lo que peleabas con la Cande por la escuela!
Amigo, AMIGO. Amigo mío, amigo de todos, amigo del pueblo. Te vas a los 45 años y te quedo el ultimo almuerzo, la ultima cena y las velitas!
Pero una vez más nos dejaste una enseñanza. Como la que le dejaste a los pibes que les enseñabas a patear, como la que le enseñaste a los que dirigiste… de que vale en la vida tener tanto en lo material… si al cielo te llevas lo que sembraste en la tierra.
Muchos entramos a tu casa, muchos escuchamos tus palabras, muchos bebimos de la misma copa, muchos te dijimos cosas, muchos disfrutamos al lado tuyo lo que es ser un hombre integro.
Amigo, te vas sin saludar, como cuando llegabas. Dejame decirte adiós escribiéndote. Dejame que una pincelada de letras te las lleves con vos para siempre. Te llevas un poquito de cada uno de nosotros. Acá, de este lado, nos quedamos extrañándote, acompañando a los tuyos.
Te me vas amigo… te nos vas amigo y no sabes cuanto te vamos a extrañar. Mi consuelo es saber que no te corresponde otro lugar que en el cielo. Allá nos vamos a ver un día. Porque dejaste solo amor en esta tierra en la que estamos de paso. Cuando nos volvamos a ver reiniciaremos lo que quedo pendiente. Festejaremos tus 45 años y comeremos el mejor asado.
Mientras tanto, te vamos a extrañar lo suficiente como para llevar a la practica todo lo que nos enseñaste en este vida de cómo ser UN GRAN TIPO.
Tu amigo Pancho