Opinion – Por Mabel Burga
LC. 4.242.768 Tengo que hacer un poco de historia, para contar porque tenemos una ordenanza municipal avalada por mas de dos mil ochocientas firmas y que fue sancionada por el intendente de la ciudad y todos los concejales por unanimidad. La misma permite solo fuegos de artificio durante las fiestas de navidad y año nuevo y los eventos municipales que así lo ameriten.
En los considerandos los firmantes dieron algunas de las razones por las que se promulgaba la ordenanza. Hay tres ruidos que afectan profundamente la salud de todo lo vivo ademas de contaminar en forma alarmante el medio ambiente, el primero es el ruido que realiza un avión al despegar, el segundo es el que produce el taladro eléctrico y el tercero es el que produjo en dos oportunidades, la detonación de las bombas de`la madrugada del lunes 7 pasado al finalizar el corso.
Desde el lunes muy temprano comencé a recibir llamados y cantidades de mensajes donde me preguntaban que habia pasado que todo el pueblo, ya en sus primeras horas de sueño, fue despertado, alarmado, sobresaltado, por algo que se esperaba no ocurriera nunca más en esta ciudad, dos estruendos semejantes a bombas de guerra, que produjeron entre otras consecuencias, caída de reboque en una casa ubicada en el barrio de la terminal, (así me lo relató el dueño de la vivienda), temblor en vidrios de ventanas y puertas en muchos puntos de la ciudad, el despertar en sobre salto y el desplazamiento a la camita de su hermana de Leonardo Federico Abregú al que tuvieron que calmar hasta las cinco de la madrugada, porque estaba en estado de shock, personas adultas y mayores de edad que sintieron palpitaciones y no lograron conciliar el sueño despúes del ruido, muchos de los cuales, debían trabajar en horas tempranas del día lunes .
La cadena de lamentaciones sería interminable. Yo sentí una gran desilusión porque el corso es organizado por la municipalidad y la ordenanza que prohibe «todo tipo de ruido molesto» fue firmada por el intendente y los concejales. ¡»»Quiero creer que los organizadores de los fuegos de artificio desconocían tal disparate, o que fue involuntario el uso de semejantes decibeles para cerrar el festejo de carnaval.»»!!!! Me pregunto con que entidad ética y moral, se podrá pedir, por parte del control municipal, que los clubes cumplan con la ordenanza de no utilizar bombas de estruendo cuando comience la temporada futbolística, si la misma institución no cumple lo firmado, ordenado, publicado y acordado.
¿Que nos pasa que no podemos cumplir con la ley? ¿Es parte de la mal llamada «viveza criolla»? ¿No nos importa absolutamente nada del prójimo ni del próximo? Si sabemos las terribles consecuencias de producir ruidos inesperados de decibles tan altos, ¿Por qué lo seguimos haciendo? En fin espero no haber ofendido a nadie, pero he contestado en parte a todos los que me preguntaban que pasaba y por qué pasaba lo que pasó.
Gracias.
Mabel Burga. Lc. 4 242 798
