Cristina con Dilma: una decena de acuerdos para relanzar la relación – Rousseff tendrá un encuentro con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. No será una reunión más entre los presidentes de Argentina y Brasil. La de hoy en la Casa Rosada será la primera en dos siglos de historia compartida entre dos mandatarias mujeres.
Como confesaba ayer una fuente del Gobierno a Clarín , el encuentro servirá, antes que nada, para comenzar a dilucidar «qué tipo de química existe entre Cristina Kirchner y Dilma Rousseff», dos mujeres de carácter fuerte con tantos puntos de contacto como divergentes en sus biografías políticas y personales.
De esa «química» depende, por ejemplo, que Brasil habilite a las empresas argentinas para participar de las licitaciones multimillonarias de obras y servicios relacionados con el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016. Pero también, la confianza que puedan desarrollar entre ellas será fundamental para sortear las tensiones que siempre resurgen en la relación comercial entre ambos países que llega a los 33 mil millones de dólares .
Aún de duelo, Cristina prefirió pasar el primer fin de año en Río Gallegos, junto a la familia más cercana, y no acudió a la asunción de Dilma el 1° de enero . Al menos, esa fue la excusa oficial, aunque rondaron las versiones sobre algún malestar de último momento con el saliente Lula Da Silva.
Para ahuyentar cualquier fantasma, la presidenta brasileña decidió que su primer viaje internacional fuera a Buenos Aires. Rousseff llegará aquí cerca de las 11 junto a siete integrantes de su gabinete. Se trasladará de inmediato a la Casa Rosada para reunirse con Cristina en su despacho, donde se prevé que ambas mandatarias pasen revista a la relación bilateral y a la agenda regional e internacional compartida. Mientras, sus ministros mantendrán un encuentro paralelo en el Salón de las Mujeres.
Luego llegará la firma de una decena de acuerdos bilaterales , con predominio del área energética, en la búsqueda de mejorar la interconexión eléctrica entre ambos países e impulsar la construcción de la represa hídrica de Garabí, en la frontera entre Corrientes y Rio Grande do Sul. Hasta hace pocos años, Brasil era el más interesado en el intercambio de energía.
Ahora, el necesitado es Argentina .
Se acordará también la construcción de un nuevo puente internacional sobre el río Pepirí Guazú. Y sobresale el convenio entre las agencias atómicas de ambos países para la construcción de dos reactores nucleares con fines científicos.
Después de la eclosión a fin de 2010 del drama de la falta de tierras y viviendas, habrá que seguir con atención el acuerdo de cooperación para la construcción de hasta un millón de viviendas sociales en el país , siguiendo el modelo aplicado por Lula en Brasil. También se aprobará la creación del Consejo Empresarial Argentino-Brasileño y ambas presidentas firmarán una declaración sobre políticas de género.
Rousseff, ex guerrillera apresada y torturada durante la dictadura en su país, ya dijo que hará de los derechos humanos una prioridad de su gestión y pidió especialmente un encuentro con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que se concretará en la misma Casa Rosada. Hebe de Bonafini le hará entrega de una casa y un aula prefabricadas como aporte inicial y simbólico de su fundación para la zona del estado de Río de Janeiro devastada por las inundaciones.
Ambas mandatarias y sus funcionarios compartirán un almuerzo en el Palacio San Martín antes de que Rousseff emprenda el vuelo de regreso a Brasilia.
El encuentro ocurrirá en el maro del Mecanismo de Integración y Coordinación Bilateral, el sistema de reuniones periódicas que idearon Kirchner y Lula para avanzar en programas de integración comercial e intentar superar las trabas y desconfianzas mutuas.
Los empresarios brasileños suelen alzar su voz ante los imprevistos cambios con que los suele sorprender el secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Los últimos en expresar sus quejas fueron los de la industria frigorífica, desesperados por los repentinos impedimentos para exportar carne.
El gobierno y empresariado argentino temen, por su parte, una devaluación del real, que agudizaría el ya abultado déficit en el intercambio comercial.
Clarin.com