Por las inundaciones, en Australia advierten sobre el peligro de cocodrilos y serpientes – «Es la temporada de apareamiento y han salido bruscamente de su medio natural. Las serpientes están muy, muy nerviosas en este momento», declaró a la agencia AFP Scott Mahaffey, director de operaciones de los servicios de urgencia. Anegada totalmente por las lluvias y las graves inundaciones, los 75.000 habitantes de la ciudad de Rockhampton, en la costa Este australiana, se preparaban hoy para estar alertas ante la posible presencia de serpientes y cocodrilos.
Los habitantes amontonaban sacos de arena alrededor de sus casas y tiendas para protegerlas del caudal del río Fitzroy, que cruza la ciudad y cuyo nivel alcanzaba el martes 9,20 metros, pudiendo subir a 9,40 metros el miércoles o el jueves. Las autoridades pidieron a los ciudadadnos especial atención por la posible presencia de serpientes venenosas y cocodrilos.
«Es la temporada de apareamiento y han salido bruscamente de su medio natural. Las serpientes están muy, muy nerviosas en este momento», declaró a la agencia AFP Scott Mahaffey, director de operaciones de los servicios de urgencia. Según los habitantes, las serpientes se refugian en los árboles y en las casas, buscando un sitio seco. Respecto a los cocodrilos, el problema es que «es difícil de localizarlos en medio de los desechos» transportados en el agua, agregó Mahaffey. Un miembro de los servicios de emergencia dijo haber visto a «dos policías salir del agua, tras haber percibido de cerca una poderosa mandíbula».
Los bordes del río, normalmente una zona agradable, son ahora una vasta zona parda, llena de sapos, desechos y aguas turbias procedentes de las fosas sépticas. También se teme que la elevación del nivel de agua favorezca la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades.
Rockhampton, situada a 500 kilómetros al norte de Brisbane (costa este), es una de las principales ciudades de esta región agrícola y minera, afectada desde hace varios días por las inundaciones calificadas de «bíblicas» por las autoridades.
El curso de los ríos del noreste de Australia aumentó hasta niveles históricos tras varias semanas de lluvias intensas, seguidas del ciclón Tasha. Las autoridades estiman que 200.000 personas se han visto afectadas por la subida brusca de los caudales, que inundaron 22 comunidades rurales y dejaron bajo el agua a una región tan grande como Francia y Alemania juntas. Desde finales de noviembre, diez personas murieron por culpa de las lluvias violentas y las inundaciones.
Fuente: Clarín.com