Emergencia en EE.UU. por una ola de frío: 1.000 vuelos cancelados – Hay miles de viajeros varados. Los viajes en tren y ómnibus, también afectados. Un tormenta de frío y nieve avanzaba ayer por la costa oriental de los Estados Unidos y complicaba el fin de semana de Navidad. Por el temporal, varios estados del sur del país se declararon en emergencia y las aerolíneas suspendieron más de 1.000 vuelos , la mayoría en la zona de Nueva York.
La Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey dijo esperar que el número de cancelaciones aumente en las próximas horas, a medida que avanza el frente.
«Vientos con ráfagas de hasta 72 kilómetros por hora provocarán que la nieve se disperse y eso causará las peores condiciones’’, dijo el gobernador de Virginia Bob McDonnell. «Pedimos máxima precaución a la hora de viajar. Intenten llegar a casa pronto y si no tienen que viajar, no lo hagan», agregó.
El Servicio Meteorológico Nacional anunció que es posible que se produzcan «cortes de electricidad debido a la intensidad de la tormenta, ya que los fuertes vientos y el peso de la nieve pueden tumbar algunas líneas».
Los viajes en avión, tren y auto ya se han visto seriamente afectados, dejando a miles de pasajeros varados y sin saber cuándo mejorarían las condiciones del tiempo.
Antes de azotar las zonas más densamente pobladas de la costa, la tormenta había obligado a declarar estados de emergencia en Carolina del Norte, Virginia y Maryland el domingo. Según los pronósticos, la tormenta golpeará con más fuerza las zonas de Filadelfia, Nueva Jersey y Nueva York.
La tormenta, que se originó en el Golfo de México, atravesó Florida, cobró velocidad en las Carolinas el sábado y no tardó en afectar el noreste ayer por la mañana.
«Comenzó un poco antes de lo planeado», dijo Lauren Nash, meteoróloga de guardia en la Oficina de Nueva York ubicada en Upton.
«La consideramos una peligrosa tormenta invernal.» Partes de la zona metropolitana de Nueva York probablemente tengan de 40 a 50 centímetros de nieve para cuando la nevada se detenga, quizás hoy por la mañana, dijo Nash.
Más al sur, Filadelfia ya se preparaba para recibir 45 centímetros de nieve. El alcalde de la ciudad, Michael Nutter, declaró la emergencia y la National Football League postergó el partido de los Eagles contra los Vikings en el Lincoln Financial Field, programado para las 8:20 de la noche, hasta el martes.
El servicio ferroviario de Amtrak entre Washington y Nueva York no se ha visto afectado, pero las autoridades cancelaron todos los trenes entre Nueva York y Boston después de las 5 de la tarde.
La mayoría de los servicios de ómnibus de bajo costo suspendieron los viajes entre Washington y Boston.
Megabus canceló su servicio del domingo en Nueva York, Filadelfia y Washington, Boltbus canceló los servicios en todas las rutas después de las 4:30 de la tarde del domingo, y en todas las rutas el lunes.
David Wang, dueño de Eastern Travel, dijo que todos los micros que partían de Nueva York y Washington también fueron cancelados y que los viajeros podrían sufrir más demoras hoy.
Ayer a la tarde, ya se habían suspendido unos 400 vuelos en el Aeropuerto Internacional de Filadelfia y se esperaban más cancelaciones, dijo la portavoz Victoria Lupica.
En el aeropuerto Internacional John F. Kennedy, los tableros electrónicos de vuelos de la Terminal 8 mostraban una larga hilera de avisos amarillos de cancelación a la 1:45 de la tarde. De los 60 vuelos que figuraban en ellos en un momento, sólo seis estaban en hora. A bordo del AirTrain de la estación Jamaica a Kennedy, todos los viajeros hablaban de vuelos cancelados y largas esperas.
Los habitantes de Nueva York, por su parte, se aprestaban para la primera gran tormenta del invierno. Ayer por la mañana, Go Greene Hardware de la calle Fulton de Brooklyn, se llenó de clientes que compraban palas, sal y barredoras de nieve.
En el centro comercial Atlantic Terminal hubo cierta cantidad de compradores pero no las muchedumbres que suelen recorrerlo después de Navidad.
Tanto los clientes como los vendedores atribuyeron el fenómeno a los pronósticos de tormenta.
Fuente: Clarín.com
Scott Robson, 31, de Fort Greene, se preparaba para quedarse en casa cuando la tormenta se intensificó ayer y decidió sumarse a la multitud que atestaba el local de Game Stop en Atlantic Terminal.
«Esperaba que no hubiera tanta gente debido a la nieve, pero no fue así,» dijo Robson riendo. «Estoy tratando de pertrecharme, de conseguir algunos juegos para no aburrirme tanto cuando no pueda salir de casa.»