Miles de personas están varadas en los aeropuertos de Londres, Bruselas, París y Frankfurt, entre otros.

El temporal de nieve pone en jaque a varios países de Europa – Más de un millar de vuelos fueron cancelados o demorados. También hay problemas en las rutas y ya no hay pasajes para viajar en tren. El temporal de frío y nieve instalado en la mitad norte europea sigue haciendo estragos. Miles de personas seguían varadas ayer en los aeropuertos, se cerraban colegios y había centenares de kilómetros de atascos en las rutas. Los días feriados de Navidad se acercan y millones de europeos temen no poder llegar a tiempo para pasarlos con sus familiares.

El norte de Francia amaneció bajo una intensa nevada que complicó una situación ya difícil. Una tercera parte de los vuelos previstos en los aeropuertos de París tuvieron que ser cancelados.

Alemania vivió una situación similar y entre Frankfurt, Munich y Berlín sumaron más de 1.000 cancelaciones de vuelos hasta media tarde. La capa de nieve en la mayor parte del país alcanzaba los 40 centímetros. El aeropuerto de Frankfurt volvió a ser la noche del domingo al lunes el albergue de más de mil pasajeros.

Unos transportes provocan problemas a otros. En Alemania, las compañías aéreas pidieron a los pasajeros que hagan sus viajes en tren. Pero la Deutsche Bahn, la compañía ferroviaria, reaccionó reclamando a esos mismos viajeros que se quedaran en casa . Las previsiones meteorológicas dicen que seguirá nevando en Alemania. Una buena noticia, según AFP, para los vendedores de trineos, que ven las ventas dispararse ante la demanda infantil.

Varias regiones alemanas prohibieron el tráfico de vehículos de más de 7,5 toneladas, porque patinan sobre el hielo y la nieve y bloquean las carreteras, y porque impiden que los automóviles privados puedan circular. En Holanda ayer se decretó 50 km/h como velocidad máxima para reducir el riesgo de accidentes.

Bélgica vive una situación desesperada . Durante estos últimos días, los aeropuertos funcionaban con retrasos y cancelaciones. Ayer, el aeropuerto de Bruselas, donde miles de personas esperaban poder viajar, anunció a media mañana que cerraba sus puertas «hasta el miércoles» porque se había quedado sin líquido anticongelante para los aviones. Seguirán llegando aviones pero no podrán salir, al menos, hasta mañana.

Además, las autoridades de Bruselas anunciaron que están empezando a agotarse las reservas de sal con las que impiden la formación de hielo en las calles y carreteras. Si dejan de salar las calles, se hará impracticable la circulación porque las temperaturas no llegan a 0º. En otras ciudades belgas la sal ya empieza a mezclarse con arena.

Los transportes británicos seguían seriamente perturbados. El aeropuerto londinense de Heathrow, el primero de Europa, logró hacer funcionar una de sus pistas y algunos aviones pudieron despegar. Pero British Airways avisó que no podía volar con normalidad.

Los demás aeropuertos británicos estaban abiertos, pero había centenares de vuelos anulados o retrasados . La cadena de anulaciones desde hace días va acumulando miles de personas tiradas en aeropuertos o en casa sin poder viajar para celebrar las fiestas navideñas con sus familias. Giovanni Bet, un músico estadounidense de 22 años, dijo a la agencia AFP que Heathrow parecía «un bidonville» (una villa miseria) por la acumulación de personas.

Algunos casos son dramáticos. AFP contaba ayer la historia de Marian Perkins, una británica de 65 años que esperaba en el aeropuerto londinense desde el viernes –con su marido ciego y su hija– un vuelo a Australia. «Me avergüenza ser británica. Pedimos una silla de ruedas para mi marido pero nos dijeron que ya no tienen. Estamos aquí desde el viernes, con la misma ropa», se quejaba la mujer.

El caos londinense afecta a decenas de aeropuertos europeos.

Los aviones no vuelan a Londres y algunos vuelos con destino a la capital británica son desviados a Bruselas, Amsterdam e incluso Islandia, donde quedan varados.

Estas calamidades producen anécdotas de lo más pintorescas. La agencia Belga relataba ayer como una novia francesa tuvo que esperar a su futuro marido durante horas. Cuando empezaba a pensar en lo peor, el novio llegó. La nieve lo había retenido. O lo estaba pensando mejor. La ceremonia estaba prevista para anoche a las 22:30.

El Eurostar, el tren de alta velocidad que une París y Bruselas con Londres por el túnel del Canal de la Mancha, anunció que no venderá más pasajes hasta el 24 de diciembre y también tuvo que anular varios servicios por la nieve acumulada en las vías. En la estación londinense había filas de más de 7 horas para encontrar un asiento en el tren a Bruselas.

Polonia sufre los mismos rigores climáticos pero además acumula un goteo de muertos por congelación -en su mayor parte borrachos que cayeron en plena noche al suelo y no se despertaron más- que desde principios de mes ya suma 114 víctimas.

Fuente: Clarín.com