Azotes y quemaduras para los prisioneros de los iraquíes – Los peores casos tuvieron lugar más avanzada la guerra. Pero en pocas oportunidades fueron denunciados. La imagen pública de los detenidos en Irak quedó definida en las fotografías del maltrato estadounidense en Abu Ghraib, como la del prisionero encapuchado y el perro de ataque furioso. Si bien los documentos secretos que difundió recientemente el sitio WikiLeaks sobre la guerra en Irak permiten vislumbrar poco de lo que pasaba en el interior de los centros de detención estadounidenses, contienen vívidos detalles de los abusos por parte de la policía y el ejército iraquíes.
Los seis años de informes comprenden referencias a la muerte de por lo menos seis prisioneros bajo custodia iraquí , la mayor parte en los últimos años. Los golpes, quemaduras y azotes que figuran en centenares de informes dan la impresión de que ese trato no constituía una excepción. En un caso, los estadounidenses sospecharon que oficiales del ejército iraquí le habían cortado dedos a un detenido , al que también habían quemado con ácido . En otros dos casos hubo relatos de ejecuciones de detenidos atados .
Por otra parte, si bien los estadounidenses investigaron algunos casos de maltrato, la mayoría de los que figuran en el archivo parece haberse ignorado y recibido con el equivalente de un encogimiento de hombros institucional: los soldados informaron a sus oficiales y pidieron a los iraquíes que investigaran. Un vocero del Pentágono dijo que la política estadounidense en relación con el maltrato de detenidos «es y siempre ha sido coherente con la ley y la práctica internacional habitual». Las normas actuales, señaló, exigen que las fuerzas denuncien de inmediato el maltrato. Si fueron iraquíes quienes lo perpetraron, entonces son las autoridades iraquíes las responsables de investigarlo .
Esa política se oficializó en un informe de fecha 16 de mayo de 2005 en el que se decía que «si las fuerzas de Estados Unidos no estuvieran involucradas en el maltrato de detenidos, no se realizará investigación alguna hasta que lo disponga una instancia superior.» En muchos casos, la orden pareció permitir a los soldados estadounidenses desentenderse del maltrato entre iraquíes.
El archivo contiene relatos extensos, y a menudo vagos, de prisioneros iraquíes sobre maltrato estadounidense, pero pocos aportan pruebas. Los casos más serios son los relacionados con las detenciones, que solían ser violentas cuando las personas se resistían. En esos casos se abrieron investigaciones. En una situación con reminiscencias de Abu Ghraib, en la que los guardias se fotografiaron con iraquíes a los que habían puesto en una posición de humillación, un soldado fue censurado por escribir palabras denigrantes en la frente de un detenido que lloraba.
Los Estados Unidos tomaron medidas para mejorar su sistema de detención al estallar el escándalo en la cárcel de Abu Ghraib en 2004, tras lo cual se endurecieron las normas que regían el trato de los prisioneros y se dispuso la separación de los elementos radicalizados de Al Qaeda de los demás prisioneros.
Pero los documentos indican que en ocasiones los estadounidenses usaron la amenaza de maltrato por parte de las autoridades iraquíes para obtener información de los prisioneros . Un informe señala que un estadounidense amenazó con mandar a un detenido a la famosa Brigada Lobo , una división policial iraquí especialmente violenta, si éste se negaba a proporcionar información.
Algunos de los ejemplos más graves de maltrato iraquí tuvieron lugar más avanzada la guerra. En agosto de 2009, una unidad comando policial iraquí informó que un detenido se había suicidado estando bajo su custodia, pero la autopsia, que se realizó en presencia de un estadounidense, «reveló magulladuras y quemaduras en el cuerpo del detenido, así como lesiones visibles en la cabeza, brazos, torso, piernas y cuello «. El informe indicaba que la policía «ha iniciado una investigación».
Luego, en diciembre, doce soldados iraquíes, entre ellos un oficial de inteligencia, fueron filmados en Tal Afar cuando acribillaban a un prisionero que tenía las manos atadas . El documento sobre el episodio dice que se trata de un informe preliminar y no se sabe con certeza si hubo un seguimiento.
Los iraquíes usaban cables, varas metálicas y de madera, así como picanas eléctricas para lastimar a los prisioneros . Un informe sobre un detenido menciona «magulladuras en forma de bota en toda la espalda.» Otro indica que un preso tiene magulladuras producto de golpes con una tabla. Otro prisionero terminó con problemas de vista, hemorragias nasales y de oídos, hematomas en la espalda, brazos y piernas. Los estadounidenses informaron al comandante local del ejército iraquí, pero no iniciaron una investigación porque no había ningún estadounidense involucrado.
En un primer momento, el espacio para los presos era limitado, y los iraquíes los hacinaban en cárceles improvisadas, aumentando las probabilidades de maltrato. En noviembre de 2005, militares de EE.UU. hallaron en un centro policial a 95 detenidos con los ojos vendados y fracturas.
Clarin.com