En la plaza – Unas 30 personas se autoconvocaron en la Plaza. Pidieron por mayor dureza de las leyes para los delincuentes. El Trébol tuvo un pedido tibio y casi desapercibido por seguridad. La Plaza San Martín fue testigo de una movida de unas 30 personas que se llegaron autoconvocados al lugar para reclamar por la impunidad que reina en el país.
Sólo algunas familias de casos resonantes – De Bermnardo, Daniele y Bonfil- y un puñado de vecinos con alguna cacerola enfrentaron el frío de la noche e hicieron sonar los utensillos como en masivamente se hizo en la ciudad de Buenos Aires.
«Demostramos que somos cagones y que a la hora de protestar somos los primeros, pero a la hora de poner la cara no aparecemos», dijo indignada Cleris Buccino, quién armó la marcha yendo a los medios de comunicación durante la semana.
Mientras Cleris hacía sonar su cacerola, los curiosos en sus autos llenaron las calles para «ver que pasaba», pero muy pocos se bajaron a sumarse al pedido.
«Estoy indignada, creí que El Trébol iba a poyar de otra manera la movida», también manifestó Liliana Siri, también autoconvocada al lugar.
Por su parte Silvana de De Bernardo dijo: «Después de lo que nos pasó a nosotros, yo no podía faltar. Si bien sabemos que en nuestro caso hay detenidos y nos devolvieron bastante de lo robado, era lógico que todos apoyemos la movilización».
El único funcionario presente el la marcha fue Marcelo Racca. El edil dijo: «Hay que estar al lado de la gente. Siempre digo que el tema de la droga afecta y mucho y que no hay que dejarla crecer. Este es uno de los motivos principales de lo que nos pasa a todos».
Así se pasó la hora. El frío y la noche le ganaron a la plaza. Y quizás también la inseguridad que reina en las calles. Todos los que durante semanas, con la cantidad de delitos se mostraron preocupados por lo que pasaba en la ciudad le dieron la espalda a la movida local. Quizás lo hicieron pensando que los delincuentes no los tocan a ellos, sino al del otro barrio.