Para festejar sus 90 años, se tiró casi mil metros en paracaídas – Lo hizo desde el aeródromo de Coronel Olmedo, en el sur de la ciudad de Córdoba. Pegó un grito y, con sus 90 años a pleno, Carlos Roque Beltrán saltó al vacío. Unos minutos después, el decano de los paracaidistas cordobeses pisó tierra sin problemas. Así, decidió festejar sus nueve décadas de vida y, también, el Bicentenario de la Patria.
Don Carlos no es un paracaidista más. En plena Segunda Guerra Mundial integró la primera camada de la Escuela de Tropas Aerotransportadas, creada por el Ejército Argentino: «En 1943 vi un aviso en el diario en el que convocaban a sumarse a la primera división de paracaidistas. Fuimos 250 hombres, de los cuales quedamos seleccionados 60 para la experiencia. El Ejército había decidido crear un cuerpo de tropas aerotransportadas, basándose en la invasión del ejército nazi a la isla de Creta, ocurrida el 20 de mayo de 1941. Allí participaron unos 5.000 paracaidistas. Entonces el Gobierno argentino, al ver esa experiencia, decidió poner en marcha la Escuela de Tropas Aerotransportadas», le cuenta Beltrán a Clarín .
Ayer, a las 10.30, Carlos Beltrán realizó uno de sus lanzamientos más emotivos: festejó sus 90 años rodeado de familiares y amigos.
Desde el aeródromo de Coronel Olmedo, en el sur de la ciudad de Córdoba, y en medio de una jornada soleada y ventosa, el capitán de reserva Beltrán subió a una avioneta y al llegar a los 3.000 pies (914 metros), se lanzó al vacío. Antes, lo hicieron un camarógrafo y un fotógrafo que retrataron la experiencia.
«Fue una sensación hermosa, tuve una muy buena caída, muy buena salida y la colaboración de mis compañeros. Aquí está toda la familia, amigos y viejos paracaidistas», detalló el hombre al tocar tierra, vestido con su uniforme blanco.
En el lugar lo esperaba su numerosa familia compuesta por su esposa, María del Carmen, sus cuatro hijos, doce nietos y diez bisnietos: «Esto es muy seguro, fíjense sino en mí, que estoy completo. El equipo que uso es formidable, con toda la seguridad técnica. Estoy muy contento de poder hacer esto. Y es un ejemplo de seguridad para los que recién se inician, para que vean que a los 90 años, si no se tratara de una actividad segura, no estaría acá», relató Beltrán.
Su esposa, María del Carmen, dijo por su parte: «Al paracaídas lo maneja mejor que al auto, le tengo plena confianza, además es un deleite ver cómo se tira. Anoche festejamos todos en familia, éramos cerca de cincuenta en la reunión. Estoy muy tranquila, lo arropé bien esta mañana antes de salir de casa para que no tuviera frío».
Una de sus hijas, que viajó a Córdoba desde Mendoza, agregó: «Cayó enterito y disfrutamos del espectáculo que brinda el abuelito. No me gusta que haga esto, pero bueno, es lo que quiere hacer, aparte son los últimos años. Le gusta esto y tenemos que dejar que lo haga».
Don Carlos Beltrán es director del Museo de Tropas Paracaidistas de la Cuarta Brigada, ubicado en el camino que une a Córdoba con La Calera. Y en 2004, cuando tenía 86 años, decidió realizó un salto similar para celebrar sus 60 años de actividad: «Era mi deseo pegar otro salto porque en el aire las cosas se ven de otra manera», había dicho el hombre la semana pasada al anunciar su salto cumpleañero.
Antecedente
George Bush padre se tiró en paracaídas a los 80, 83 y 85 años. La primera en 2004 para celebrar su cumpleaños. La segunda en 2007 por la reapertura de su museo presidencial. La tercera en 2009, cuando cumplió los 85, y desde 3.200 metros de altura.
