Es porque allanó en forma sorpresiva un ministerio tras el derrumbe de Villa Urquiza.

Macri acusó a Oyarbide de «perseguirlo» y anunció que le iniciará una denuncia penal –  «Me ha perseguido desde el primer día e intentó ahora humillarme a mí y a mí gobierno», aseguró. En momentos en que las aguas hierven en la Legislatura porteña (que debate la integración de una comisión investigadora por el caso de las escuchas ilegales), Mauricio Macri se lanzó al contraataque: en conferencia de prensa anunció que denunciará penalmente al juez Norberto Oyarbide, el magistrado que lo mantiene procesado en el caso.

Anoche, Oyarbide había ordenado un sorpresivo allanamiento al ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad, tras una denuncia del legislador de la izquierda Marcelo Parrilli. Y hoy, el juez se declaró incompetente en la causa porque no se invocó ninguna ley federal.

Para Macri, el juez «excedió en su competencia» al realizar el allanamiento por el derrumbe. Además de la denuncia por prevaricato, insistirá con la ampliación del juicio político incluyéndole este nuevo tema. El macrismo asegura que la nueva actuación demuestra la animosidad del juez contra el Jefe de Gobierno.

«No existen las casualidades, existen las causalidades. Nuevamente el juez Oyarbide, el mismo que me persiguió desde el primer día en la causa por las escuchas, reapareció nuevamente ayer excediendo totalmente su competencia», sostuvo Macri ante los periodistas.

«Oyarbide volvió a generar un enorme agravio público, dándole explícito conocimiento de que se avocaba un allanamiento con gente armada para llevarse solamente un expediente que contiene el currículum de la gente que trabaja en el área. Y horas después se declara incompetente. Nunca hubo duda alguna de que no tuvo competencia», afirmó.

Macri consideró que el accionar de Oyarbide tuvo como único fin «humillarme, a mí y mi gobierno», dijo.

Por otra parte, Macri negó que la Ciudad sea «insegura» por la falta de control en las obras en construcción, aunque el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, reconoció que «está todo por modificar» para mejorar la supervisión. E insistió en que en el siniestro de Mendoza y Triunvirato «funcionaron todos los controles» oficiales y que «no funcionó lo que corresponde al profesional idóneo», en referencia al ingeniero civil responsable de la obra lindera que originó el derrumbe, Guillermo Heyaca Varela.

El jefe de gobierno diferenció su situación de la tragedia de Cromañón que dejó afuera de su cargo al ex mandatario comunal Aníbal Ibarra: «En ese momento no se habían atendido los alertas, falló el operativo de emergencia, pero acá funcionó todo», aseguró.

Además, el propio Macri y también Montenegro defendieron al ex titular de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), Oscar Raúl Ríos, quien fue desplazado por haber participado de una asamblea en el club Boca Juniors mientras la administración porteña estaba movilizada por el derrumbe. Coincidieron en desvincular el despido del derrumbe y resaltaron que se trató de la respuesta a «un error» que el ahora ex funcionario cometió, por no estar durante la crisis derivada de la caída del edificio de Mendoza y Triunvirato.

«Oscar Ríos es una persona honesta que ejerció muy bien su rol en la Agencia. Cometió un error al ir a Boca y por eso le pedí la renuncia», explicó el jefe de gobierno, a través de su cuenta oficial de la red social Twitter.