A José Celotti – Por Silvia Prevero. Gracias a la vida que me ha dado tanto dice una canción que estamos acostumbrados a escuchar….
Por ello a Don José Celotti como lo conocimos como lo recordaremos, quisiera agradecer desde lo mejor de mi corazón pensando en todo lo que nos dio la vida a quienes tuvimos la expresa oportunidad de compartir nuestro tiempo de crecimiento, de afecto, de formación en valores, en trabajos comunitarios, desde ese Rotary Club, que vivió intensamente, desde su capacidad de dar, desde su inmensa condición de ser humano, el que de un modo u otro nos marcó un sueño extremadamente digno de seguir.
Hoy de la mano de un ángel se alejará de aquí
Fue precursor en inimaginables proyectos, los que hoy tal vez se ven relucientes, tal vez olvidados, o tal vez resaltados y altamente utilizados por lo necesarios, por la falta que hacían en nuestro entorno cotidiano.
Nunca olvidemos que deja un camino abierto, que siempre nos invitó a seguir.
Nunca olvidemos su humor, su sonrisa de hombre bueno, su manifiesta preocupación por los demás.
Nunca olvidemos cuanto fue capaz de dar. Nunca olvidemos el valor de sus actos, de sus responsabilidades, de su condición esencial de SER PERSONA que lo habitó desde siempre y lo hizo un grande.
Eso es lo que importará ahora, que ese camino abierto al servicio, a los valores morales, a los principios éticos puedan deslumbrarnos de algún modo.
Un modo tal que tengamos el coraje de imitar.
Porque para SER PERSONA, en los tiempos que corren se debe tener este convencimiento extremo que nos supo marcar, enseñar, y acompañar a lograr a todos quienes supimos conseguir de él su mejor sonrisa, su consejo acertado y oportuno que sólo los grandes de corazón, de valores y de espíritu pueden tener.
Fue un SEÑOR con todas las letras, un SEÑOR bueno, responsable y amable.
Un SEÑOR importante cuando hacia falta serlo, y un SEÑOR sensible cuando la ocasión ameritaba eso.
Un abrazo al pasar, algún comentario. Un saludo afectivo, alguna propuesta laboral o la esperanza de algún nuevo grupo de jóvenes que inmersos en lo cotidiano y en lo social forjaran ese amor al servicio que esgrimía.
DEJA HOY EL RECUERDO DE SU LABOR EN CADA UNA DE LAS AREAS EN LAS QUE DESARROLLO SUS CONOCIMIENTOS, SUS VIRTUDES Y SUS PRINCIPIOS, Y UN EJEMPLO MUY PARTICULAR EN NOSOTROS QUE OJALA SEAMOS DIGNOS DE PODER IMITAR ALGUNA VEZ….
A ese ángel que hoy se lo lleva de aquí lo mejor de lo nuestro por ser capaz de acompañarlo en este camino final que emprende a la vista de quienes gozamos de su compañía, de sus enseñanzas y de sus conocimientos.
A la familia el más cálido afecto.
SILVIA LUCIANO de PREVERO
EL TREBOL, 04/08/2010
