El arzobispo de Buenos Aires realizó esta tarde un acto contra la trata de personas en Constitución, pero eludió referirse a las afirmaciones de la mandataria.

Bergoglio evitó responder las duras críticas de Cristina sobre el matrimonio gay – Desde China, la Presidenta sostuvo que los cuestionamientos al proyecto oficial «remiten a los tiempos de la Inquisición». El cardenal Jorge Bergoglio pasó esta tarde por la estación Plaza Constitución, donde encabezó una ceremonia contra la trata de personas. Allí, evitó responder las duras críticas de Cristina contra la Iglesia por la oposición al matrimonio gay.

La ceremonia se realizó en el hall de la terminal ferroviaria. En medio de los silbatos de las locomotoras y de gente con paso apurado, Bergoglio pidió señalar «dónde están los focos de esclavitud», sin dar «rodeos», y volvió a cuestionar las «coimas» que permiten la trata de personas.

«No podemos quedarnos tranquilos», advirtió el arzobispo porteño. Y al igual que el año pasado, reiteró que la Ciudad es «una fabricadora de esclavos y una picadora de carne».

Bergoglio, sin embargo, esquivó cualquier mención a las duras críticas lanzadas por Cristina Kirchner desde China, donde críticó a la Iglesia al asegurar que su rechazo al matrimonio gay «parece de la época de las Cruzadas».

La mandataria argentina mantuvo un contacto con la prensa y allí se mostró «sorprendida» y «preocupada» por «expresiones que hablan de un proyecto del demonio», en referencia al tratamiento que lleva adelante el Congreso, e indicó que esas apreciaciones «remiten a los tiempos de la Inquisición».

Cristina Fernández de Kirchner habló en Beijing en su primer día del viaje que finalmente realiza a China, visita antes suspendida a raíz de otra polémica, aquella vez con el vicepresidente Julio Cleto Cobos.

«He escuchado que hasta se habla de una guerra de Dios y algunos incluso han planteado la posibilidad de un plebiscito, sin tener en cuenta que estarían plebiscitando un derecho de la minoría», aseveró Cristina.

Y manifestó su «preocupación» por «el tono que ha adquirido el discurso en torno a la discusión por la ley del matrimonio igualitario, donde se plantea como una cuestión de moral religiosa y atentatoria del orden natural, cuando en realidad lo que se está haciendo es mirar una realidad que ya está», indicó la Presidenta de la Nación.