Crisis en el gobierno francés: renuncian dos ministros de Sarkozy acusados de corrupción – Uno pagó más de 100 mil euros para viajar en un jet privado a Haití. El otro hizo que el Tesoro le pagará sus cigarros cubanos. En medio del affaire Bettencourt y un ministro francés cercado por las sospechas de sus vinculaciones con la millonaria dueña de L´Oreal, otros escándalos: el de los cigarros cubanos, el del jet privado y del permiso de construir ilegal forzaron a dos secretarios de Estado franceses a renunciar inesperadamente al gobierno del presidente Nicolás Sarkozy .
El secretario de Estado de la Cooperación, Alain Joyandet, y el secretario del Gran París, Christian Blanc, presentaron sus dimisiones ayer y sus funciones serán ejercidas por el canciller Bernard Kouchner y por el ministro Michel Mercier, según un seco comunicado del palacio del Elíseo.
Las renuncias están relacionadas con supuestos abusos de poder en su estilo de vida, denunciados por la revista satírica Le Canard Enchainé . El secretario de la Cooperación, Alain Joyandet, estaba denunciado por haberse beneficiado de un permiso de construir ilegal para su casa en las cercanías de St. Tropez , del que después desistió. Pero también fue acusado de utilizar un jet privado por el que pagó 116.500 euros para viajar a Haití y la isla de la Martinica, en ejercicio de sus funciones.
En el caso del secretario de Estado para Gran París, Christian Blanc, el funcionario fue acusado de hacerse pagar sus cigarros cubanos por el Tesoro público y el pasado 9 de junio recibió un pedido de informaciones del ministerio de Finanzas sobre ciertos puntos de su declaración de impuestos y patrimonio. El funcionario admitió que «es cierto» que fumó cigarros Partagas D4 (12 euros cada uno) sin haberlos pagado . Pero acusó a su ex jefe de gabinete, Guillaume Jublot –a quien despidió– como el autor de la filtración a la prensa.
La crisis en el gobierno francés estalló al atardecer de un domingo caluroso y cuando los franceses comenzaron a partir de vacaciones veraniegas. El calendario fue alterado porque se esperaba que el presidente Sarkozy les pidiera sus renuncias en octubre próximo, cuando ya había anunciado una reorganización ministerial.
Sin poder resistir mostrar su autoridad frente a los diputados de la UMP, su partido, Sarkozy había dicho la semana pasada que la reorganización del gabinete estaba planeada para después de que se votara en el parlamento la ley de reformas de las jubilaciones, al final del verano europeo. Y advirtió –con cierto aire napoleónico– que utilizaría la oportunidad para aplicar «severamente las enseñanzas» de «ciertos comportamientos» que deploraba.
Todos entendieron. El presidente había «marcado» ostentosamente y con mal gusto a los que pensaba reemplazar públicamente . Un gesto que convirtió a los dos renunciantes de ayer y a la impertinente y popular secretaria de Deportes, Rama Yade, y a la titular de Política Urbana, Fadela Amara, en automáticos «patos rengos», sin credibilidad para continuar en sus cargos .
Rama Yade, una franco-senegalesa, hija de los suburbios y brillante politóloga, había acusado a los jugadores de Francia de vivir en un hotel ostentoso. Y Fadela había advertido que el debate étnico sobre la derrota de la selección francesa en el Mundial abría «un boulevard al (ultranacionalista) Frente Nacional». Las dos representan las minorías negra y árabe en el gobierno.
Tras la humillante filípica, aparentemente debían esperar en sus puestos hasta octubre para ser reemplazados. El ex premier Dominique de Villepin, enemigo irreconciliable de Sarkozy y fundador de su propio partido para competir en las elecciones presidenciales del 2012, calificó la conducta de advertir a los ministros su despido con meses de anticipación como «un suplicio inventado por los chinos, inapropiado en una democracia».
«¿En qué situación quedan (esos ministros) cara a cara con los franceses, cara a cara con ellos mismos pero, sobre todo, cara a cara con su administración? Un ministro es el jefe de una administración y un ministro que es designado como partiendo es un ministro que pierde inmediatamente todo su crédito frente a su administración», denuncio De Villepin.
En su blog, el secretario de Cooperación, Alain Joyandet decidió renunciar públicamente. «El hombre de honor que soy no puede aceptar ser víctima de una amalgama. Después de mucha reflexión, he decidido irme del gobierno», escribió en www.joyande.fr.
«Jamás he necesitado de la política para vivir. Tengo una profesión. He creado mi empresa hace 30 años. Eso me ha otorgado gran libertad. Entré a la política por pasión, para servir a Francia», dijo.
Quince minutos después, el palacio del Elíseo anunciaba su renuncia y la del secretario Christian Blanc. Las renuncias fueron sorprendentes. En una entrevista a Le Figaro Magazine el sábado, el influyente secretario general del palacio del Elíseo, Claude Gueant, había evocado la organización ministerial para después de la aprobación de las reformas de las jubilaciones. «No hay ninguna razón para ir más rápido», dijo. Pero Sarkozy encontró ayer las razones para pedir las renuncias a sus secretarios, en medio de una ofensiva socialista encabezada por Ségolène Royal, quien dijo: «El sistema Sarkozy está hoy corrompido».