Por Alejandra Cugno

Carta abierta – Docentes de la Escuela Nº268 – Cañada Rosquín Ante todo, queremos agradecerles que dispongan de su tiempo para leer esta carta. En estos días se vuelve a escuchar el nombre de Alejandra Cugno en los medios, en la calle, en los negocios.

Este nombre: Alejandra Cugno siguió resonando en este tiempo en nuestra escuela ya que sigue presente allí, en nuestras conversaciones, en algunas anécdotas, en nuestro recuerdo, en la placa de un aula. No nos podemos olvidar de ella. De quien tampoco pudimos separarnos es de Mateo y de Belkys, con quienes tenemos un contacto fluido. Nos vemos una o dos veces por mes. Les contamos que están bien, Mateo en primer grado en San Jorge, con un cuaderno muy prolijo, se nota el estímulo que recibió de parte de su mamá; y Belkys, fuerte, decidida y aunque no lo crean… con proyectos, ya no personales pero sí en pos del futuro de sus nietos. Les puedo asegurar que es un ejemplo en muchos sentidos.

Ahora sí, el objetivo de esta carta: Les pedimos a TODOS que recen, oren, piensen mucho en ella; necesitamos y necesita su familia cerrar esta parte de la historia con un juicio HONESTO y una condena JUSTA al responsable de su muerte.

No permitan que lo que escuchen o vean ensucie el honor de Alejandra.

Nosotras estamos juntas, unidas más que nunca, fortalecidas y trabajando para que nuestra querida escuela siga educando en valores.

Ojalá que cuando hablemos en las aulas de justicia, podamos dar un muy buen ejemplo de que con Alejandra se cumplió.

GRACIAS

«Sus chicas»

Docentes de la Escuela Nº268 – Cañada Rosquín