Lectores – Por Mario Gómez Señor Director de El Trébol Digital
Mi nombre es Mario Gomez y soy un orgulloso vecino de esta ciudad a pesar de no ser nativo de la misma, este grupo de personas que la componen me recibió y avaló mi actividad comercial que requiere un altísimo grado de confianza, en retribución a ello acepté las reglas de juego locales y ello me permitió insertarme incondicionalmente en la comunidad.
En circunstancias casi fortuitas «Gogo» Bertaina me seleccionó para representar un personaje teatral, a partir de alli lo repetí en varias obras y no soy yo la persona que debe decir si lo hice bien o mal, solo puedo decir que puse lo mejor de mi para no defraudar al director, a mis compañeros y al público que pagó su entrada.
No soy un actor ni soy un artista, solo trato de componer un personaje según el libreto que me toque en suerte.
Como usted sabrá fui convocado para representar un padre de familia en la película que llevó a cabo Daniel Burmeister con un presupuesto inexistente, solo con muchas ganas y con la colaboración desinteresada de muchísima gente que no buscaba fama ni dinero, solo ser protagonista de algo inusual en los pueblos y ciudades del interior y para ello se necesitó la participación del Sr. Intendente, personal del hospital, de gente de los medios de comunicación locales, de la escuela Laprida, de Emet, del Cura Párroco, de médicos, de personal policial, de camilleros, de agrupaciones tradicionalistas, de personal municipal y muchísimos mas que no vienen a mi memoria en este momento y me disculpo por ello.
Dentro de todo ese marco casi festivo digamos hubo algo que empañó -si cabe el término- ese desacostumbrado espectáculo popular y fue la negativa a participar de los Bomberos Voluntarios de El Trebol, bajo la disculpa de que en las circunstancias que uno de los personajes caía accidentalmente en un pozo y había que rescatarlo, el guión de la película decía que, quien se introducía era yo mismo que en la ficción representaba al padre de la infortunada niña y los Bomberos en tal eventualidad no podrían permitir que un «particular» hiciese esa labor ya que ellos cuentan con gente entrenada para tal caso.
¿Alguien tiene dudas sobre lo del personal especializado de los Bomberos de El Trébol?, ¿Alguien pone en tela de juicio su capacidad profesional? ¿Alguien cree que los bomberos pondrían en peligro la integridad de un ciudadano estando ellos presentes? ¿Alguien alguna vez no puso en sus manos su vida, la de algún familiar o de algún conocido? Si alguien dice SI es un hipócrita, no vive en esta Ciudad o no valora en lo mas mínimo el sacrificio, el esfuerzo, la capacitación y el valor de todos y cada uno de los que componen el cuerpo que es un verdadero orgullo para los que tenemos la suerte de habitar este lugar ¿O acaso no los vemos a diario jugandose la vida por la integridad de bienes y vidas ajenas sin esperar nada a cambio?
Desconozco y no quiero saber el nombre de la persona o si la negativa fue del cuerpo activo o directivo pero tengo la convicción de que los muchachos «se salían de la vaina» por hacerlo y dejar una vez mas bien en alto su estandarte.
A mi modesto entender fue una decisión desafortunada que nada le pudo haber restado a la inmaculada imagen que se han forjado y que todos y sin excepción tenemos de ellos, solo se trataba de FICCION y el Diccionario de la Real Academia Española dice que FICCION es Clase de obras literarias o cinematográficas, generalmente narrativas, que tratan de sucesos y personajes imaginarios.
Se advirtió y nos sorprendió de sobremanera su ausencia, se los reemplazó con muchisimo esfuerzo y a pesar de todo las cosas se resolvieron de buen modo.
Reitero por si no se entendió, no soy un actor ni un artista, soy solo un ciudadano comùn que tiene la suerte de representar un personaje de ficción.
Muchas gracias y ojalá el error no vuelva a repetirse, no obstante ello mi concepto sobre la Institución y la del personal que la compone sigue en el podio con el número 1.
Mario Gómez (Cerraja)