Volver a nacer

A una semana – Tras el accidente, Horacio Dominguez, el conductor de la camioneta de Celotti embestida por una Toyota hace algo más de una semana, habló con El Trébol Digital. «Nunca me preguntó como estábamos», se lamentó sobre quién lo chocó. Tras el brutal accidente de la semana anterior, donde tres trabajadores de la empresa Celotti fueron embestidos por una Toyota Hilux en la ruta 13, frente al Club de Polo La Albertina, el conductor de la camioneta, Horacio Dominguez, dialogó con El Trébol Digital. «Fue una desgracia con suerte. Ahora me estoy recuperando pero pudo haber sido fatal». Dice Dominguez luciendo una cicatriz de 23 puntos en su frente.

«Veo que se me viene encima»
«Venía llegando a la ciudad de El Trébol y veo que una camioneta se me viene encima. Pegué el volantazo pero igual me agarró en la parte trasera de la camioneta. Este hombre siguió de largo, nunca intentó doblar, yo le dije a los muchachos «agárrense que nos pega» y de repente nos encontramos dando vueltas y vueltas. Salí por mis medios y los otros chicos salieron con alguna dificultad porque la puerta había quedado trabaja». Recuerda Dominguez que nunca perdió el conocimiento.

«No veía nada por la sangre»
«Tenía la cara llena de sangre y no podía ver nada. Insulté al que me había chocado y buscaba a mis compañeros. Llegó el Dr. Sánchez, Barabucci, Arballo y los Bomberos que me ayudaron. En la cara me dieron 23 puntos. Tengo hematomas entre el hueso y la piel y desprendimiento de cuero cabelludo. Fui al SAMCo y después a hacerme una tomografía a Rosario pero estoy bien».

«Mis compañeros están bien»
«Mis compañeros están bien. Uno con cinco costillas fracturadas y otro con una tomografía que le están haciendo ahora porque se le adormecen las piernas. Lo que pasa ahora es que yo siento impotencia por lo que pasó. Yo me cuido mucho en la ruta o cuando manejo y después llegan personas que andan como bólidos en la ruta o no están capacitados a andar con semejantes vehículos por ahí».

«Nunca nos preguntaron cómo estábamos»
«Este hombre (Moro, el tripulante de la Toyota que chocó contra la unidad de Celotti) nunca se acercó a ver como estábamos. Estuvo a dos habitaciones de la mía en el Hospital y no preguntó ni él ni su familia como estaba yo ni los otros muchachos. Siento que tiene respeto a la vida. No le importó nada. Yo en la ambulancia lo insulté mal porque no pensó que yo tengo una mujer y mis hijos que me están esperando y ahí me dijo que no sabía lo que había hecho. Ahí le pedí disculpas porque es suegro de un amigo mío, pero nada más. Yo doy gracias a Dios que estoy acá».

Agradecimientos
«Quiero agradecer a la gente del SAMCo y sus enfermeras que nos trató bárbaro. A la gente de Celotti, a la patronal, al jefe de empleados y a los compañeros que no nos dejaron faltar nada. Todos estuvieron bárbaro. También tengo un agradecimiento al bombero Mariano Corsalini que me atendió en el lugar y logró tranquilizarme».