Relatos de una madrugada de terror

Tras los destrozos – Natalia Garnero contó la barbarie desatada en «Kódigo», en la mañana del domingo Natalia Garnero, propietaria de «Kódigo» contó lo que pasó en la madrugada del domingo en el bar y los hechos de violencia que se suscitaron. «Todo comenzó a las 7 de la mañana con una pelea entre dos personas afuera. El bar estaba cerrado, estaban la cocinera, la moza y mi socio que quiso separar. No pudo y se volvió para adentro». Comienza diciendo Garnero y agrega: «Después los de la pelea se van, los empleados también y mi socio se queda a apagar una luz y los sorprenden tres tipos que ingresan, arrasan con todo y con un palo le empiezan a pegar. Uno de los golpes iba a la cabeza, se protegió con el brazo y le pega en la muñeca y lo quiebran. También le quisieron clavar un palo en el pecho. Al chico de Rojas que estaba con él le pegaron una patada en la cara y no tenía nada que ver».

Al llegar a «Kódigo»
Natalia continúa comentando sobre lo sucedido. «Yo estaba volviendo de San Jorge cuando mi socio me llama y me avisa de lo que había pasado. La moza se fue a las 7 y diez y entre las 7 y cuarto y 7 y 20 entraron y rompieron todo. Llamamos a la policía, mandé a mi socio al hospital y yo fui a la Comisaría. Llegué hasta el lugar y veo en la Comisaría a dos de los sujetos que habían estado en el bar rompiendo. La verdad es que no sé como llegaron ahí. Ellos estaban haciendo una denuncia porque les habían pegado!! Me empezaron a agredir, a insultar y decían que yo estaba en el lugar y yo no había estado! Yo como te dije volvía de San Jorge».

El estado de salud de Germán Garola
«Mi socio la sacó barata porque lo podrían haber matado. Germán ahora está en Rosario a hacerse estudios. Tiene la muñeca fracturada, golpes por todos lados y marcado el tórax con golpes de palos de escoba».

Los horarios
«Muchos nos preguntan porqué está abierto el bar a esa hora. Nosotros a las heladeras las encadenamos para que no nos saquen las bebidas porque muchas veces somos mujeres las que estamos detrás de la barra a esa hora y nos quieren pasar por arriba. Sin ventas de alcohol podemos tener un ambiente sano. Este bar está con el rótulo de maxi kiosco de 24 horas. Nosotros trabajamos mucho a la madrugada con venta de pizzas, panchos, café y comidas en general. Nosotros antes de las 5 de la mañana ya no vendemos más alcohol y es estricto. No creo que sea justo que cerremos porque cumplimos con todo y nuestro ingreso importante es la comida a esa hora de los chicos que salen del boliche».

El alcohol en la vía pública
«No sé si esto se va a solucionar. Habría que controlar desde los hogares que no se tome. Los chicos salen con las bebidas en la mochila y en la calle los ves tomando vino con coca. Está «la previa» que existe y no hay que negarlo. Nos indigna que los que rompen estén en libertad en pocas horas. La policía debería llevar a la Comisaría a los menores que beben en la vía pública y que los padres los vayan a buscar ahí».