Creo en el destino y no me quiso llevar todavía – Iba a bordo Federico Baquín, de El Trébol que está internado en el Hospital Reconquista. Evoluciona favorablemente. Cinco muertos y al menos 15 heridos fue el saldo de un accidente ocurrido esta mañana en la ruta internacional 11 a la altura de la localidad santafesina de Las Toscas. En el micro, se encontraba Federico Baquín, de la ciudad de El Trébol, quién viajaba rumbo a Paraguay.
El accidente ocurrió pasadas las 7.30 en el kilómetro 908 de la mencionada autovía donde un micro de la empresa Aguila Dorada Bis que salió a las 21.30 desde Retiro con destino final la ciudad formoseña de Clorinda.
Peritos accidentológicos informaron que al momento del accidente la calzada se encontraba muy resbaladiza debido a las intensas lluvias caídas ayer.
Los investigadores indicaron que el rodado mordió la banquina, y cuando el conductor intentó controlar el vehículo, el micro se desplazó hacia un zanjón provocando el vuelco.
Como consecuencia del accidente, cuatro pasajeros murieron en el acto, mientras que al menos 15 resultaron heridos de diversa gravedad.
Fuentes policiales indicaron que el último de los pasajeros fallecidos era un hombre que se encontraba atrapado debajo del rodado y su estado era desesperante.
Los heridos fueron trasladados en tres niveles. Los de máxima gravedad fueron llevados al hospital de Reconquista, los de media al centro asistencial de Villa Ocampo y el resto al hospital de Las Toscas.
La salud de «Quimba»
Federico Baquín en diálogo telefónico con El Trébol Digital, en la noche del domingo comentó: «Estoy bien aunque un poco dolorido en el lado derecho. Me está haciendo compañía mi mamá que llegó hace unas horas y seguramente estaré internado hasta el martes».
«Quimba», tal cual se lo conoce en El Trébol, viajaba a Paraguay para pasar una semana en la casa de su amigo Germán castillo y verlo jugar algunos partidos en su nuevo club Cerro Porteño, cuando el accidente lo tomó por sorpresa: «Estaba durmiendo cuando de repente creo que el micro mordió la banquina y se fue para la otra banquina y al tirar el volantazo se dio vuelta. No sé que pasó después pero salí por mis propios medios. Yo viajaba arriba y salí por el vidrio de adelante cuando todavía quedaba gente adentro. Después encontré mi bolso, llegaron los bomberos y empezaron a atender». Recuerda Federico y continúa: «No recuerdo muchas cosas pero creo que nunca perdí el conocimiento. El colectivo estaba de costado. Ví a gente muerta, incluso algunas personas que habían estado sentadas cerca de mí, a un par de filas de asientos. Se ve que no me tocaba a mí».
Federico tiene dos puntos de sutura en la cabeza, una fisura en el riñón que lo hace orinar sangre, aunque según los propios médicos evoluciona rápido y favorablemente y algunos golpes a la altura de la costilla derecha.